Agradecimientos

Agradecimientos

Medranda, 31 de Marzo de 2007

En los últimos días de Diciembre del año pasado, un pastor
de Melandra, dio la voz de alarma ante el anuncio del fin del breve periodo
de alegaciones, contra el Proyecto de una “ya famosa” cantera a cielo
abierto en Medranda, Castilblanco, Membrillera, Jirueque y Cendejas de la Torre.

En apenas una semana se formó una Plataforma “civil” en la
que sin ningún tipo de diferencia, por edad, ideología, credo,
… etc. se integró todo el pueblo, y simultáneamente otros vecinos
de los alrededores, presuntamente perjudicados o no.

De un pueblo de unas 80 personas censadas, (Medranda) y otro con 14 (Castilblanco)
surgió en pocos días, un ejército de cerca de 600 asociados.

Se hicieron planes, se explicaron, se aprobaron y nos pusimos todos a trabajar.

Se convocó para el día 3 de Marzo una concentración en Guadalajara, a la que asistierón alrededor de 600 personas.

Fue un éxito sin precedente, porque “todos” estábamos unidos, y porque ademaás nos avala la razón.

Mientras tanto comenzaba a “sonar” el asunto, boca a boca, por internet, y sobre todo por la prensa, radio e incluso la televisión.

Por fin el sábado día 23 de Marzo por la tarde, la web de la junta de comunidades de Castilla-La Mancha, anunciaba que la consejería de Medio-Ambiente y desarrollo rural, había emitido con dicha fecha la declaración de impacto ambiental negativa al proyecto.

La noticia corrio con la misma rapidez que cuando allá por diciembre, Rafael Ramírez dio la voz de alarma.

Nos conviene reflexionar, sobre como es posible que se haya podido detener el descabellado, insolidario y egoísta proyecto, por un pequeño grupo de ciudadanos corrientes.

Pues creo que por varias razones.

1. Porque sonó una alarma.
2. Porque teníamos razón.
3. Porque estabamos unidos, e hicimos cada uno nuestros deberes.
4. Porque los técnicos de la Consejería de Medio-Ambiente, hicieron sus deberes y actuaron como técnicos.

Creo que muchos dirigentes políticos de este país podian tomar ejemplo de este movimiento civil, en el que “todos cabían” y todos actuamos con lealtad, sentido común individual y colectivo, y sobre todo civismo.

Yo quiero desde mi modesta responsabilidad como Presidente de la Plataforma Valle Río de Cañamares, dar las gracias, en primer lugar a los miembros de la misma, que me han dedicado su entusiasmo, tiempo y dinero, sin excluir a ni uno solo.

Por supuesto, y como no podía ser de otra manera, a la ingente cantidad de personas que se asoció a este movimiento vecinal.

Sin la menor duda a Ecologistas en Acción, sin cuya ayuda técnica, contactos y apoyo habríamos andado con mayor letitud y torpeza.

A la prensa local, radio y Tv que se hicieran eco, algunas veces asombrados, por la voluntad, firmeza y por el “ruido” que unos ciudadanos “normales” eran capaces de hacer, para defender la vida de la zona.

La plataforma ha cumplido su principal función, pero va ha seguir funcionando, consolidándose a partir de ahora, como centro de defensa de nuestro entorno, y de quién nos necesite en la zona.